En la actualidad, el estado ecológico del Mar Menor mantiene una respuesta progresiva de recuperación del ecosistema debido a su capacidad de autorregulación, pero también, siguen presentes distintas amenazas y presiones que desencadenaron el proceso de eutrofización que culminó con la rotura de los equilibrios en el ecosistema y la pérdida de calidad de aguas ecológica tras el fenómeno DANA sufrido en septiembre de 2019, y los sucesivos episodios de lluvias torrenciales posteriores, lo que provocó una ingente entrada de agua dulce cargada de materiales en suspensión y nutrientes al Mar Menor, siendo preciso aunar esfuerzos entre todas las administraciones y sectores implicados para conseguir asegurar la integridad ecológica y ambiental de este ecosistema único.