Caracola (Cerithium scabrosum)
Cómo es:
Presenta una concha con algunos caracteres muy distintivos de otras especies del género, principalmente la presencia de unos cordones o varices muy marcados, alternando colores blanco y negro sobre un fondo marrón rojizo, ausentes en cualquiera de las especies nativas del Mediterráneo. Los adultos suelen medir entre 12 y 20 mm, siendo por tanto relativamente pequeños en comparación con especies como Cerithium vulgatum. La Concha es alta y acabada en punta, aproximadamente tres veces más larga que ancha. El labio externo es liso y presenta un canal sifonal corto y pequeño.
Cómo vive:
Suele habitar aguas superficiales poco profundas (y zona intermareal), tanto en fondo fangoso como en sustratos duros con vegetación (algas y fanerógamas). Suele ser común en lagunas costeras. Se trata de una especie invasora que entro al Mediterráneo a través del Canal de Suez; después paso a la zona de Sicilia, donde se extendió rápidamente, y más tarde se instaló en las costas de Túnez. Se trata por lo tanto de una de las especies invasoras con más éxito y ha formado grandes poblaciones estables en muchos puntos del Mediterráneo. No vive más de 2 años. En el mar Menor es una especie cada vez más abundante, hay zonas donde es la especie predominante.
Algunas curiosidades:
Es una especie que presenta larvas planctotróficas de larga supervivencia (entre 45 y 60 días) con una capacidad de dispersión notable. A pesar de ello, algunas poblaciones invasoras parecen tener origen en su transporte por buques, más que por dispersión natural de sus larvas por las corrientes. En algunos lugares como el golfo de Gabes (Túnez) u Otranto (sur de Italia), C. scabridum forma grandes colonias, de hasta 30 ejemplares por metro cuadrado, presentando por tanto un marcado carácter invasor, y tolera bien las aguas contaminadas. Se ha descrito una gran diversidad genética en sus poblaciones, que podría ser importante para su gran éxito invasor. Además, parece bastante tolerante a condiciones de alta salinidad.