Barrena (Pholas dactylus)
Cómo es:
Pholas dactylus es un Molusco bivalvo perteneciente a la Subclase Autobranchia; Infraclase: Heteroconchia; Superorden: Imparidentia; Orden: Myida; Superfamilia: Pholadoidea; Familia: Pholadidae
Concha alargada transversalmente, de 12 y 15 cm de longitud, con la parte anterior más apuntada y la posterior redondeada. Las valvas no cierran totalmente en la parte ventral. Umbo desplazado hacia la parte anterior. Charnela sin dientes pero con una proyección del umbo hacia el interior. La superficie de las valvas posee estrías espirales y radiales que le dan un aspecto reticulado, mucho más marcado en los márgenes de la concha. Color blanco. Excava en diferentes substratos, incluida la madera, aunque es más frecuente sobre piedra caliza, arcillas y otros elementos. Vive desde la superficie hasta unos 15 m de profundidad.
Cómo vive:
Este molusco bivalvo vive en terrenos arenosos excavando agujeros en rocas blandas, arenas compactadas y fondos arcillosos. Por lo tanto recuerda a especies tan emblemáticas como el dátil de mar (Lithophaga lithophaga), También puede excavar en madera, como ocurre con el molusco Teredo navalis (Teredinidae). Pero sin duda la característica más curiosa de este molusco es su luminiscencia. Enzimas como la luciferina reaccionan con el oxígeno generando un intercambio químico que produce luz, al igual que ocurre en insectos como las luciérnagas. Estos procesos de bioluminiscencia se dan en unas 17 especies de insectos, pero llega a estar presente en más de 700 especies marinas.
En el Mar Menor se creía extinguida después de los últimos episodios de eutrofización y anoxia, pero recientemente, junto a la bióloga Paqui Jiménez, hemos redescubierto una pequeña población en fondos someros de arcillas blancas. Por lo tanto estamos hablando de una de las especies más diezmada de toda la laguna.
Algunas curiosidades:
Se trata de una especie protegida y muy diezmada en toda su zona de distribución. Curiosamente, el molusco Pholas dactylus es fotosensible y en presencia de luz cierra su concha. Se dice que en otros tiempos la ingesta de este molusco era propia de clase alta, y que en gran cantidad resultaba en una curiosa luminiscencia bucal. Plinio citaba en sus manuscritos de la luminiscencia en las bocas de las personas que comían estos bellas almejas, y de tal importancia es este fenómeno incluso dijo, que el primer rey de Escocia había ganado su trono por consumir estas almejas.