Berberecho frágil (Fulvia fragilis fragilis )
Cómo es:
Fulvia fragilis pertenece al filo Mollusca, clase Bivalvia, orden Veneroida y familia Cardiidae. Esta familia se caracteriza porque sus dos valvas son iguales (equivalvas), bastante gruesas, duras y con una serie de costillas radiales bien marcadas. Los sifones suelen ser cortos. La charnela es de tipo heterodonta y el interior de su concha no es nacarada. El borde de la concha presenta muescas. Cuando la concha está cerrada y la miramos lateralmente tiene forma de corazón. Esta familia puede vivir libre o enterrada en el substrato.
La concha del berberecho frágil presenta un tamaño de unos 75 mm de altura. Sus dos valvas son iguales, ovaladas, muy ligeras, finas, extremadamente frágiles y generalmente redondeadas en la parte anterior. Presentan numerosas costillas radiales, entre 34 y 52, muy marcadas y amplias. La concha es de color blanco, amarillo pálido o amarillo – morado; su superficie interna es de color blanco con tonos morados en el tercio posterior y a veces en la zona del umbo.
Cómo vive:
Fulvia fragilis vive desde la superficie hasta unos 40 m de profundidad. Habita en fondos arenosos o fangosos, aunque también puede encontrarse en fondos blandos con praderas de fanerógamas y algas. En el Mar Menor es una especie reciente, procedente del mar Rojo, que ha conseguido aclimatarse perfectamente a las condiciones de la laguna cerrando su ciclo vital. Se trata de un berberecho cada vez más abundante. Se abundancia es mayor en ciertos puntos como en la Manga o en playa honda. A nivel mundial presenta una amplia distribución geográfica, desde el océano Índico Occidental, Golfo Pérsico y mar Rojo hasta el mar Mediterráneo, donde es más común en la zona oriental, desde Túnez hasta las islas Griegas.
Algunas curiosidades:
El primer registro de Fulvia fragilis en el mar Mediterráneo se produjo en 1973 en las costas de Israel. Una de las razones de su éxito colonizador ha sido su gran adaptación a los cambios de salinidad, por ello es muy común en lagunas costeras. Sus larvas planctónicas son de larga duración, lo que determina que su capacidad de dispersión sea grande. En el Mar Menor se han observado ejemplares devorados por gasterópodos como Hexaplex trunculus.