El IMIDA impulsa la valorización de algas invasoras del Mar Menor para su uso agrícola como estrategia de innovación y sostenibilidad

Participa en el proyecto de investigación denominado Algarikón que tiene como finalidad dar valor a la retirada de la biomasa que se acumula en las orillas y utilizarlos para la agricultura con demostrados beneficios

Impulsa la economía circular al valorizar un residuo que se retira de la costa y se deshecha para utilizarlo, en concreto, con la lechuga donde han demostrado que aumenta el calibre, la capacidad antioxidante y la calidad organoléptica

03.06.2025 El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) convierte las algas invasoras del Mar Menor en sustratos, extractos y compost que se destinan a la agricultura y que han demostrado que mejora la producción y calidad de los cultivos.

El IMIDA, en colaboración con la Dirección General de Mar Menor, participa en un proyecto denominado Algarikón que tiene como finalidad dar valor a la retirada de la biomasa que se acumula en las orillas y aguas someras para utilizarlos en la agricultura con demostrados beneficios.

El director del IMIDA, Andrés Martínez Bastida, destacó que “además de dar una solución a la biomasa que se acumula, los investigadores han demostrado que al mezclar estos sustratos que obtienen de las algas invasoras con otros, aumenta el calibre, la capacidad antioxidante y mejora la calidad organoléptica, en este caso en el cultivo de lechuga, pero que es extensible a otros cultivos”.

Martínez Bastida aseguró que “al dar una solución a la biomasa acumulada, impulsamos la economía circular al valorizar un residuo que se retira de la costa y que introducimos en la agricultura y la industria, con residuos cero”.

A partir de las algas, los investigadores obtienen sustratos, compost y extractos bioestimulantes que utilizan para el cultivo de lechuga en invernaderos. En el caso de los sustratos, se mezclan con otros como el de coco. Este último, el más utilizado en la Región, se importa de otros países, por lo que al reducir la aportación necesaria de éstos en los cultivos se mejora la huella de carbono.

En el caso del compost producido a partir de las algas, también han demostrado que optimizan la aportación de nitrógeno mineral, lo que se traduce en una mejora en la eficiencia en su uso, aplicando un 40 por ciento menos.

En el proyecto Algarikon, financiado con aproximadamente 500.000 euros del Ministerio de Ciencia e Innovación y la Unión Europea como parte del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, está dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid y en él participan otros centros de investigación como el Centro Tecnológico de Investigación del champiñón (CTICH) de La Rioja; el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) de Madrid; y el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) de Murcia. En el caso de este último lideran la investigación Francisco del Amor y María Carmen Piñero.

Además de las líneas de investigación desarrolladas por el IMIDA, el resto de equipos buscan aplicaciones de las algas como sustrato para cultivar setas comestibles, extracciones para obtener compuestos con aplicaciones alimentarias (aditivos, suplementos, saborizante, entre otros), bioestimulantes y composts, así como su transformación en biometano, mediante digestión anaeróbica y calcular su eficiencia energética.

El proyecto fue galardonado en la categoría ‘Iniciativa Empresarial Innovadora’, de Mares Circulares, premios impulsados por Coca-Cola con la finalidad de apoyar a proyectos e iniciativas que propongan soluciones y tecnologías innovadoras al problema de la basura marina con enfoque en la economía circular y la preservación de la biodiversidad.