Las poblaciones de bivalvos han disminuido enormemente con la degradación de la laguna. En consecuencia, se necesita aumentar el número de individuos para que su efecto filtrador tenga un valor significativo. Pero el Mar Menor alberga especies de especial protección, lo que imposibilita la introducción de bivalvos de fuera la laguna. Por ello, es preciso investigar y fomentar la reproducción en laboratorio de las especies de bivalvos que quedan remanentes en el Mar Menor, en especial de tres especies comerciales como la ostra plana (Ostrea edulis), la almeja fina (Ruditapes decussatus) y el berberecho (Cerastoderma edule).  Conociendo el cultivo de estas especies autóctonas, en una fase se podrían llevar  a cabo estrategias de bioextracción, donde los bivalvos se siembran con técnicas  de cultivo estándar y, una vez tengan el tamaño comercial, se extraen del agua para eliminar así los nutrientes ya asimilados en forma de bivalvo.

La Dirección General del Mar Menor en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha realizado un diseño de las actuaciones en 2020.