La mayor parte de estos restos se han eliminado de Los Urrutias, La Manga o Los Alcázares, zonas donde más se habían acumulado tras el episodio de fuertes lluvias registrado a finales de noviembre.
El operativo de limpieza y mantenimiento de los espacios naturales costeros y del entorno del Mar Menor ha retirado un total de 267 metros cúbicos de cañas y algas en las tres últimas semanas. La mayor parte de estos restos orgánicos se han eliminado de Los Urrutias, La Manga o Los Alcázares, zonas donde se había producido una mayor acumulación tras las fuertes lluvias registradas a finales del pasado mes de noviembre.
En concreto, en la zona sur del Mar Menor se retiraron cerca de 90 metros cúbicos solo en los días posteriores a este episodio. Posteriormente, las labores de limpieza se trasladaron a las playas de La Manga y San Javier, donde el viento y las corrientes provocaron una acumulación de materia orgánica y donde las brigadas de limpieza retiraron cerca de 105 metros cúbicos de estos restos.
En la última semana, un equipo integrado por cinco operarios ayudados por maquinaria ligera ha eliminado más de 70 metros cúbicos de cañas y algas de la zona de Los Urrutias.
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, subrayó que este dispositivo de limpieza forma parte del protocolo puesto en marcha por la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente en los días posteriores al episodio de fuertes lluvias para paliar sus efectos.
“Este protocolo incluía la toma de datos y mediciones para conocer y estudiar algunas de estas posibles consecuencias, como identificar las principales entradas de agua, conocer el intercambio con el Mar Mediterráneo o comprobar la evolución de los índices de salinidad, transparencia, turbidez o nutrientes”, explicó Antonio Luengo.
En este sentido, las últimas mediciones realizadas en el Mar Menor revelan que el ecosistema de la laguna ha recuperado su capacidad de autorregulación, y estos índices se encuentran ya en niveles previos a los episodios tormentosos.
En concreto, los datos de esta pasada semana revelan que la transparencia se sitúa ya cerca de los cinco metros, cuando en los días posteriores a las lluvias descendió hasta los 3,49 metros. La turbidez, que alcanzó valores de 2,27 tras las lluvias, se encontraba a principios de diciembre (última medición de este indicador) en 1,31, mientras que el nivel de clorofila era de 1,53.
“Estas labores de limpieza tienen una gran importancia para que tanto los habitantes y visitantes como el ecosistema del Mar Menor recuperen la normalidad cuanto antes, ya que la retirada de esas algas y cañas evita un aporte adicional de materia orgánica y nutrientes a la laguna”, concluyó el director general de Medio Ambiente y Mar Menor.
>> Declaraciones del director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, sobre la retirada de las cañas y restos orgánicos arrastrados por los últimos episodios de fuertes lluvias [.mp3]:
Fuente: www.carm.es